octubre 04, 2013

PLAN AHORA, Honor y Lealtad
 
Honor y Lealtad. La invitación que hizo el Plan Ahora a no votar por la derecha política en las elecciones del 17 de Noviembre, obedece a estas dos virtudes.

Esto indudablemente ha causado honda preocupación en los partidos políticos de la coalición gobernante, la que incluso los ha llevado a unos cuantos dimes y diretes. Algunos han apoyado a Sebastián Piñera (quien con su despiadada resolución de cerrar un penal que albergaba a ancianos militares, obligó a uno de ellos a inmolarse para no aumentar el dolor de su también anciana esposa), y otros, se han manifestado abiertamente en contra de la descriteriada resolución, ya sea por las razones humanitarias evidentes, o por la indudable derrota electoral que se les avecina.

El tema puede dar para mucho, pero esta nota obedece a dos aspectos:

Por una parte potenciar el llamado del Plan Ahora, y por la otra, recordar a algunas personas el profundo significado que tienen las dos virtudes indicadas al inicio.

Lo que ocurre en Chile con los miembros en retiro de las Fuerzas Armadas y Carabineros que tuvieron que actuar en defensa de la Patria el año 1973 y posteriores, ya es inaceptable. Un país no puede vivir presa del odio y de la injusticia, y si hemos caído en eso, hay que cortarlo de raíz, al margen de que la medida pueda favorecer a la izquierda.

Hoy, para las Fuerzas Armadas y de Orden, como para todos los chilenos que defienden la Verdad Histórica; izquierda o derecha política, es exactamente lo mismo.

Los primeros son un enemigo que a rostro descubierto está al frente, acechándonos cara a cara; los otros son un vulgar e impío traidor, el más repugnante, el de sonrisa quimérica, el que no trepida en clavar el puñal en la espalda.

Un señor se mofó hace algunos días en una red social por los términos “enemigo y traidor”, dijo: “esto no es una guerra, es una democracia”. El mismo día, Chadwick, el primo hermano de Sebastián Piñera, nos atacaba diciendo que nosotros “no sabíamos vivir en democracia”.

Al primero le puedo decir que no es necesaria una guerra para caer en las zarpas de enemigos y traidores, de hecho nosotros vivimos en esa permanente encrucijada. Y a Chadwick da repugnancia hasta contestarle, porque él es el inmoral más grande de todos los que hoy habitan en la Moneda, una persona no puede ser tan perversamente voluble y frívola. Porque este impúdico que hoy se pasea por el palacio enarbolando las muy convenientes banderas de la democracia, antes no trepidaba en hacerlo con las de la que hoy patéticamente llama, “dictadura”.

Los hipócritas utilizan los conceptos a su gusto y satisfacción. Pero los que fueron formados entre virtudes, no pueden ceder ante la hipocresía.

Por eso es que me atrevo a insistir en el apoyo al Plan Ahora.

Los agradecidos del Gobierno Militar tienen la oportunidad de tender la mano a quienes lo dieron todo por Chile, y están invitados a defender la Verdad Histórica, que es una sola, esa que en Chile, enemigos y traidores, esconden.

Y a los miembros en retiro de las Fuerzas Armadas y Carabineros, me permito hacerles dos preguntas:

El HONOR que nos inculcaron desde la temprana juventud nuestros superiores en cada una de nuestras Instituciones (muchos de ellos presos o perseguidos), ¿Nos permite vivir tranquilos mientras es pisoteada la dignidad de nuestras Instituciones?

La LEALTAD, grandiosa virtud que respetamos y exigimos durante nuestro paso por las Instituciones de la Defensa Nacional, ¿Nos permite vivir tranquilos mientras nuestros camaradas son lapidados?

Mi respuesta personal a esas interrogantes es negativa. En el Chile de hoy, el Honor y la Lealtad no me permiten vivir tranquilo. Y para mantener limpia mi conciencia, no trepido en velar por mis camaradas en desdicha ni en defender la Verdad Histórica.

Me imagino que a mis Camaradas de Armas, de nuestras cuatro Instituciones, les ocurre lo mismo.

Por eso les recuerdo y les insisto: hoy en Chile, “Izquierda y derecha” son lo mismo.

Por nuestro Honor y por la Lealtad, el llamado del Plan Ahora a no votar en Noviembre, tenemos que escucharlo  y acatarlo