noviembre 05, 2005


VIETNAM JUNGLE PATROL....es la hermosa representación graficada en la fotografía que ilustra a tres soldados norteamericanos (un blanco, un afro americano y un latino) en la guerra del sudeste asiático.

Es un monumento a la entrega del valor de aquellos hombres que todo lo dieron por su país; hombres que se vieron obligados a combatir a un enemigo extraño distante a miles de kilómetros de sus hogares. Y no fueron precisamente la juventud con más medios económicos los que combatieron en la guerra de Vietnam sino los más pobres, los “dispensables”.

Aquí en Chile ocurrió algo similar en nuestra guerra contra el terrorismo entre 1973-1990 la que fue iniciada en los años ‘ 60 por los partidos políticos afines al marxismo internacional. Los que la combatieron, lucharon y murieron fueron también hombres y mujeres “dispensables”. No los más “ricos” ni los de “buenas familias” ni menos los empresarios que todo lo recuperaron y luego les dieron la espalda a estos soldados de la libertad. Así como no hubo político alguno que luchara con las armas para derrotar al terrorismo marxista; y los traidores de la democracia cristiana que luego de entregado el régimen militar serían los primeros con el ex presidente Aylwin quienes iniciarían la violenta y cobarde persecución contra quienes les dieron su libertad y prosperidad económica.

En 1986 luego de los atentados sufridos el 22 de mayo y el 3 de junio (relatados en la edición anterior) me di cuenta que el estudiar derecho me tenía con las manos amarradas ante la realidad personal y familiar que estaba viviendo, por lo que decidí ingresar al Ejército como Empleado Civil en el Escalafón de Justicia Militar. Pero antes realicé un pequeño Curso en la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de la Institución.

Cuando salté en paracaídas por primera vez sentí que el “avión se iba hacia arriba” y no yo cayendo. Al llegar a tierra vi el C-130 “Hércules” entre las nubes y me dije a mí mismo “si soy capaz de esto, seré capaz de enfrentar lo que venga en mi vida”. Estaba en esa Escuela de Fuerzas Especiales cuando ocurren los descubrimientos del ingreso clandestino de material de guerra en el norte del país por terroristas del FMR. Al mes siguiente, un 7 de septiembre atentan contra la vida del Presidente Pinochet en el Cajón del Maipo y mueren 5 de sus escoltas (3 de ellos de la Escuela de Paracaidistas y FFEE). Y esos hechos más el Curso que estaba terminando me convencieron con más fuerza de perseguir al terrorismo en la Fiscalía Militar, que por esos días no tenía la importancia que tuvo cuando trabajé en esa repartición.


Ingresé la Fiscalía Militar en octubre de 1986, siendo destinado a la Fiscalía Ad-Hoc, es decir, una Fiscalía especialmente creada para la persecución exclusiva de ciertos atentados y delitos cometidos por el FMR como el Atentado a Pinochet, el Ingreso Clandestino de Armas y Explosivos (llamado también “Carrizal Bajo”) y el asesinato del carabinero Vázquez Tobar o “Caso de la Vicaría”.

Me destinaron al Caso de “Carrizal” dado mi conocimiento en armas y explosivos, siendo el único de los que en esta Causa laborábamos que tenía además conocimientos de Derecho, pero la verdad es que ellos me “daban vuelta” con su experiencia la cual yo no tenía. Mis primeros meses me dediqué por completo a estudiar la Causa y en especial al FMR.

El autodenominado “Frente Patriótico Manuel Rodríguez” (mal llamado “patriótico”) fue creado en diciembre de 1983 oficialmente, pero su estructura, organización y planificación data de fines de los años ‘ 70 en que Gladys Marín y Volodia Teitelboim viajan a Cuba solicitando “asistencia” para crear una fuerza militar subversiva chilena (no cubana) con el objeto de derrocar al Gobierno Militar desde las bases poblacionales y con instrucción de sus mandos en la isla, en las bases guerrilleras de Pinar del Río y Punto Cero.
Contribuyó a lo anterior el hecho que el MIR estaba casi destruido y sus miembros derrotados sicológicamente (aniquilada su voluntad de lucha) casi todos. Y debido a los errores cometidos al nombrar a Odlanier Mena en CNI quien inutilizó el sistema de inteligencia, el Partido Comunista (el MIR pertenecía al Partido Socialista) ideó un sistema de guerra de guerrillas urbana a mediano plazo, dado la última derrota del MIR en Neltume y Santiago en 1981 y 1983 respectivamente. Además de estos factores momentáneos, en Nicaragua había triunfado la guerrilla Sandinista donde varios chilenos habían combatido, teniendo la experiencia necesaria para contribuir a su lucha. Pero este sería el factor por el cual fracasarían en sus planes: Chile no es ni era Nicaragua.

La gran diferencia que tuvo el FMR con el MIR fue la calidad y educación de sus integrantes. Los segundos eran casi todos universitarios y de “buenas familias” es decir hombres y mujeres que no tenían necesidad alguna de introducirse a una guerra de guerrillas salvo su afán idealista revolucionario muy de moda en los años ‘60. Pero el FMR aprovechó cierto descontento popular creado artificialmente por los partidos “democráticos” de la oposición cuyos dirigentes habían vuelto de sus exilios dorados de Europa y con muchísimo dinero para derrocar al Gobierno Militar mediante propaganda, insurrección “pacífica”, etc. Dado estos hechos entre 1983, 1984 y 1985 se produjeron en la mayor parte de las ciudades de Chile sendas “protestas pacíficas” convocadas por la Democracia Cristiana y otros políticos (incluso varios de derecha) que sólo pretendían el acceso al Poder y sus personales ambiciones. Y la Iglesia católica contribuyó plenamente a estos vicios terrenales.

Dichas “protestas” no fueron pacíficas sino verdaderos actos de vandalismo con el objetivo de paralizar la economía del país (inclúyase todos los embargos y prohibiciones que Chile tenía en el extranjero gracias a estos demagogos que son los mismos que hoy nos gobiernan) y que costaron CIENTOS DE MUERTOS. Y estos políticos estaban convencidos que en cada “protesta caía el gobierno de Pinochet”, mientras tranquilamente tomaban palco en los mejores hoteles de Santiago a la “espera” que los militares les entregaran el Poder, creyendo que no serían capaces de manejar las crisis por ellos mismos articuladas. Gran error creer que un militar no es capaz de aquello; precisamente su formación castrense-prusiana (no se cómo será la que hoy imparten en la Escuela Militar) es netamente manejo de situaciones desesperadas y con la mayor calma posible, como lo es la más grande de las crisis existentes: la guerra.

Jamás cayó el Gobierno Militar y los señores Valdés, Aylwin, Lagos, Escalona y Zaldívar hubieron de esperar varios años para poder llenarse de dinero sus bolsillos nuevamente. A la Bachelet no la nombro entre estos ya que ella militaba en el Frente Terrorista Manuel Rodríguez y era amante y conviviente de uno de sus “comandantes”.

Pero sí supo aprovechar estas “protestas” dicha organización extremista. Estos tenían un particular sistema de “enganche”: se había difundido en las poblaciones “La Legua”, “La Victoria” y otras que aquellos muchachos “más valientes y destacados en las barricadas” ingresarían al FMR. Y así fue. Entre estas barricadas que eran organizadas por miembros del FMR en dichas protestas se reclutaban a los más violentos miembros con el objeto de ingresarlos a las denominadas “Milicias Rodriguistas” que era la organización base para ser instruidos en un cursillo de 5 días, muy elemental en el manejo de alguna arma e instrucción de combate en localidades, con el objeto de asesinar carabineros y asaltar bancos, además de darles una instrucción ideológica marxista y encuadrarlos en una “célula” o “unidad”. En estas tenían sus primeros nombres falsos. Terminado este “curso” debían realizar una acción para “graduarse”, la cual consistía en asesinatos o asaltos. De entre los más destacados de estas acciones, eran enviados por vía terrestre a Perú y en Tacna tomaban un bus en dirección a Lima para luego entrar a Cuba. Todo lo anterior con documentos falsos.

En Cuba realizaban un curso verdadero de guerra irregular que duraba 4 meses, incluyendo explosivos, armas, camuflaje, inteligencia básica y sobre todo MANDO.
Luego volvían a Chile de la misma manera Cuba-Lima-Tacna y Chile. Estos venían con un “grado” militar y un “sueldo” fijo ya que el FMR manejó muchísimo dinero. No se debe olvidar que era el brazo armado del Partido Comunista, no era autónomo ni se manejaba de forma operacional independiente sino con gran burocracia lo cual reflejaba una de las mayores deficiencias que tenían los estamentos armados del bloque soviético en que la “iniciativa” era un concepto prohibido y esta carencia era una de sus mayores debilidades y fue uno de los factores que los llevó a la derrota militar y económica. El marxismo jamás ha creído en la libertad del ser humano y menos en el libre albedrío que son las bases de la sociedad cristiano-occidental.

En 1984 ya el FMR contaba con una cantidad de miembros cercana al millar lo que en guerra de guerrillas se debe elevar a diez (llegarían a ser en 1986 cerca de 5 mil entre combatientes, rodriguistas, ayudistas, etc). Viaja a Cuba uno de sus comandantes Alfredo Bruno Malbrich Baltra para exponer a la dirigencia cubana que están dadas las condiciones de hombres-combatientes para ingresar el armamento necesario para dar inicio a la “Guerra Patriótica Nacional” ya planificada, cuyo objetivo era el derrocamiento por las armas del Gobierno Militar y la instauración definitiva de un régimen pro soviético al estilo cubano (el “sueño de Allende”) que no habían podido cumplir debido al Pronunciamiento Militar del 11 de Septiembre de 1973.

En Cuba se acepta el hecho que están dadas las condiciones para comenzar con la fase de ingreso de material de guerra por mar y su distribución. Luego se instruiría en estos a los combatientes y se daría la fecha para el comienzo de la insurrección armada en todo Chile al mismo tiempo como ocurrió en la Ofensiva del Tet en Vietnam el 31 de enero de 1968 por el Vietcong.

A Malbrich se le ordena ubicar la zona de desembarco y para ello realiza él y decenas de terroristas un reconocimiento de todas las caletas entre Antofagasta y Puerto Montt.
Eligen Caleta Corrales al norte de Carrizal Bajo en la desértica y despoblada zona de la III Región. El 31 de diciembre de 1985 se acercó el primero de los buques cubanos a la costa chilena pero le fue imposible a los terroristas hacer contacto con él debiendo abortar la misión. Este terrorista tuvo que viajar a Cuba a dar explicaciones. Se le dio la orden de “crear una Empresa” como fachada para camuflar los desembarcos los que serían varios y se realizarían a plena luz del día.

Cerca de 50 elementos del FMR fueron destinados a la zona de Caleta Corrales como empleados de la empresa “Chungungo Limitada” cuya faena era la extracción y venta de algas, comercio normal en esa solitaria zona. Estaría a cargo de la Administración y el trato con los residentes del lugar así como con las autoridades de Vallenar y Copiapó el terrorista Bushman, actor de poca monta y mitómano profesional. Compraron los vehículos necesarios como un par de jeeps, algunos camiones y uno que era “aljibe” con el cual traían agua y además la distribuían gratuitamente a los lugareños, y montaron el campamento de la faena.

Habían rastreado y ubicado varios piques mineros abandonados los cuales servirían de depósitos del armamento una vez desembarcado el cual no debía estar más de 24 horas en los roqueríos de la playa para luego embarcarse en los camiones y llevarlos a estos piques. Desde ahí, pasados un par de días serían llevados en el camión aljibe cuya mitad superior había sido transformada para almacenar las armas y la otra para el agua (supuesta) y ser llevados hacia Santiago donde serían distribuidos desde Antofagasta hasta Puerto Montt en un plazo no superior a tres meses desde el último desembarco.

Para lo anterior se habían enviado a Cuba a varios miembros del FMR a hacer un curso de lo que se denominaba “barretines” o depósitos subterráneos especiales para guardar el armamento y explosivos, pero además estos ingenios tenían la capacidad de servir de centro de instrucción, comedores, dormitorios, enfermerías y tenían un orificio dentro de la pared que servía para disparar un fusil introduciendo en él los brazos y el arma y a una distancia de dos metros había un pequeño cartón que simulaba proporcionalmente un blanco de tiro a cien metros; y al disparar no se oía en el piso superior que era una casa habitación cualquiera.

Estos barretines eran confeccionados con unos arcos de madera especiales cuya fabricación se hizo en un taller de calle Rondizzoni de Santiago con un experto carpintero argentino que jamás fue detenido. Eran verdaderos “mecanos”; es decir había que ubicar una casa, comprarla, hacer un subterráneo de tierra de las dimensiones del living-comedor-cocina superiores, luego le iban colocando junto con la excavación estos arcos de madera para sujetar el nivel de arriba; para después forrar el piso y las paredes con madera especialmente construida y terminar poniendo unas mesas abatibles en las paredes. Lo único que no tenían era baño. Pero todos eran iguales.

Se ve que los equipos eran varios: los de Caleta Corrales que recibían el armamento y luego lo dejaban en los piques mineros; luego los que transportaban a las diferentes ciudades en las cuales había otros equipos de hombres que ya habían comprado las casas y hechos los barretines; a estas llegaban los “instructores” que venían de los cursos de Cuba a alojar en dichos barretines y recibir a los “rodriguistas” para darles el cursillo de dos semanas al interior del barretín y organizar las células que actuarían al exterior, pero siempre teniendo el barretín solamente para el instructor ya que los restantes entrenados debían realizar acciones, “recuperar” (robar) dinero y armas (asesinando carabineros) y luego arrendar o comprar una casa poblacional y vendrían los expertos a confeccionar “su” barretín a esta célula de 5 miembros para empezar estos a instruir a otros y así sucesivamente. Eso si el más destacado de estos iría a Cuba a su viaje de instrucción y regreso posterior a Chile como “oficial”. Este era el ciclo de confección del “Ejército Revolucionario que iniciaría la Guerra Patriótica Nacional” la cual pensaban comenzar a principios de 1987.

Chile fue divido en 5 zonas territoriales con un “comandante” en cada una y un “comandante” superior: doña Gladys Marín y uno suplente don Volodia Teitelboim. Pero nunca pudieron concretar toda la planificación debido a sus propios errores cometidos.

Los primeros desembarcos se producen a principios de mayo de 1986. Para esto habían adquirido dos embarcaciones pesqueras en Caldera, la “Astrid Sue” y la “Chompalhue”, ambas de 140 toneladas. Se incluía a sus capitanes quienes vinieron a saber la verdad cuando ya estaban con la soga al cuello. Malbrich y Bushman manejaban grandes sumas de dinero que les era entregada por un sujeto denominado “Pedro” el cual tenía refinados gustos burgueses como ser llevado con chofer en un Mercedes de color amarillo con licorera en su puerta interior con el cual transitaba por todo Santiago y cenaba o almorzaba regularmente en el restaurante “Camelot” de calle Seminario; uno de los más caros.

Cuando hicieron posesión de las embarcaciones se hicieron a la mar las “tripulaciones” quienes casi hundieron estas ya que enredaron las redes en las hélices lo que llamó la atención de todos los pescadores de Caldera. Además eran asiduos visitantes de un prostíbulo local en que gastaban bastante dinero que era pagado por Malbrich Baltra, quien no consumía alcohol y solo miraba como se divertían sus “combatientes”.

Cuando terroristas del FMR atacaron nuestra casa (relatado en la edición anterior) yo tomé del suelo dos vainillas que me eran casi desconocidas para el armamento ocupado por el Ejército y terroristas ya que su calibre en el culote decía “5.56”mm. En ese momento no se sabía que tuvieran armamento con esa munición, pero al parecer no le preocupó mucho a nuestros hombres de inteligencia. Así como el explosivo usado en el atentado del 3 de junio que ocuparon uno nuevo denominado T-4 de origen checoslovaco. Tanto el armamento, munición y explosivo utilizado contra la casa y en la calle Santa Lucía con el auto bomba provenía del primer desembarco de Caleta Corrales ya distribuido a unidades terroristas y cuya primera utilización fue contra nosotros.

Luego vinieron dos desembarcos más a finales de mayo y en junio de ese año. Las embarcaciones poseían un novedoso sistema de navegación por satélite (hoy muy comunes denominados GPS) marca Furunu modelo FSN-80 y fueron compradas 5 unidades por la embarcación “Carlos Alberto” cuyo dueño era la “Pesquera Guadalupe”, empresa naviera colombiana. El representante de estos equipos era la empresa “Marco-Panamá S.A.” y su vendedor era Eli Benavides un panameño domiciliado en la ciudad de Panamá. Cabe decir que estos equipos los encontré en una bodega, abandonados y sin haberles hecho ningún registro tecnológico, por lo que los llevé al BAMTE (Batallón de Mantenimiento de Telecomunicaciones del Ejército) donde lograron decodificar los equipos y estos señalaron las siguientes coordenadas:

A-) 26º 00’ 0’' Sur con 74º 50' 0'' Weste lo que ubica una posición en alta mar 225 millas náuticas entre caleta esmeralda y Punta Carrizalillo (entre Chañaral y Taltal). Aquí fueron los encuentros con los buques cubanos que transportaban las armas, explosivos y municiones.

B-) 27º 59’ 7’' Sur con 71º 10’ 0’' Weste que ubica un punto terrestre correspondiente a Caleta Corrales, lugar de los desembarcos y zona de distribución.

C-) 28º 43’ 0’ Sur con 71º 12’ 0’ Weste que ubica los piques mineros de Quebradita, Fraguita y Labrar, que corresponden a las zonas de almacenamiento a 20 kilómetros al interior de Caleta Peña Blanca, sur de Freirina (entre Huasco y Vallenar).


Debe señalarse que cuando tomaron contacto con el buque cubano (supuestamente) el capitán invitó a su par (era de noche) chileno a su camarote y a todos se les dio “jugo de almeja” en unos envases de vidrio. Me contó el capitán chileno que le extrañó que se les hiciera ver de modo majadero que procedían de Cuba como el retrato de Fidel en el camarote, el acento, los jugos con rotulación de marca cubana, etc. pero que vio a dos hombre muy altos de tez blanca y rubios en la proa del barco que no hablaban ni una palabra. Sólo miraban. En uno de los encuentros cargaron en demasía una de las embarcaciones la cual estuvo a punto de irse a pique y tuvieron que botar gran cantidad de armamento al mar y en ese momento los “rubios” gritaron y alegaron y no precisamente en castellano sino en un leguaje que no supo entender.

Y cuando venían hacia Caleta Corrales a unas 50 millas de la costa se cruzaron con el buque de guerra chileno “Cochrane” el cual ni los miró y pasó a 2 millas sin decirles nada en dirección sur. Estos extremistas pensaron que serían abordados por los marinos, pero el Comandante del buque siquiera reparó el hecho que el pesquero venía con la línea de flotación al máximo y sin redes, por lo que debió haberles detenido para inspección; pero no fue así y siguió con rumbo a Talcahuano a realizar reparaciones.

Pero el mayor error que cometieron los del FMR fue creerse empresarios. Para mantener la fachada (le llaman “manto o leyenda”) compraban algas a los lugareños a un precio mayor que el mercado (no entienden de libre economía) y las vendían a menor valor, lo que despertó las sospechas de la Alcaldesa de Mar para quien era su negocio y estos extraños se lo estaban arrebatando y no veía cuál era la ganancia. Esta señora tenía un amigo que eran un sub-oficial de Ejército que estaba en CNI de Vallenar al cual le dio este aviso. Este militar le comunicó a su superior (teniente) quien a su vez le comentó del hecho a un oficial de la Armada de Caldera. Se juntaron los tres uniformados y fueron a Caleta Corrales ante las repetidas insistencias de la señora, un domingo 3 de agosto de 1986 en su día libre, para terminar con los reclamos de la Alcaldesa.

Y el otro error fue sacarse fotos.

Cuando llegaron al lugar les llamó la atención que no había ningún orden, la presencia de hombres que no eran de la zona y la mayoría estaban borrachos. Mientras el oficial de la Armada intentaba hablar con uno de estos, el sargento ingresó a una cueva y encontró una caja con munición: AHÍ se dieron cuenta de la gravedad de los hechos. Rápidamente redujeron a una veintena de sujetos y los ingresaron a la cueva mientras el marino partía solo en la camioneta a dar alarma y los dos militares quedaban con los detenidos. Solo tenían un revólver y una sub-ametralladora M-10. Los demás extremistas se dieron gritos entre ellos y comenzaron a dispararles a estos militares los cuales se vieron obligados a huir dejando atrás a los extremistas; caía la noche. El sargento y el teniente se refugiaron en un cerro cercano mientras unos diez extremistas los buscaban; pero el resto se fugó en desbande por la quebrada principal. Esa madrugada se dirigía rápidamente un vehículo con cinco miembros de CNI hacia Caleta Corrales pero no pudo llegar ya que fue emboscado por el jeep de los extremistas quienes lograron arrancar dejando como “colador” el vehículo militar. Pero ya un Regimiento completo se desplazaba por la zona y se encontró a la mayoría de los terroristas quienes hablaron “todo”.

Con los días se fueron encontrando poco a poco el armamento en los piques mineros, los barretines de Santiago y otras ciudades y así continuó todo el mes. Se había desarticulado la mayor internación de armamento ingresada a Chile para asesinar a chilenos. Fueron más de 3.500 fusiles M-16 de procedencia norteamericana dejados en la guerra de Vietnam pero en muy buen estado (a pesar que siempre me llamó la atención que todos los números de serie estaban perforados) más de 3 millones de balas calibre 5.56 mm (extrañamente nueva y fabricada en EEUU) miles de kilos de explosivos, lanzacohetes RPG-7 y LOW, pistolas, munición de mortero (nunca encontramos los tubos ni las sub-ametralladoras pero sí sus cargadores) etc.
Recuerdo con rabia como la oposición de la época se burlaba en sus revistas e intentaba hacer creer a la población que era una “maniobra política” del Gobierno Militar.
Mentes torcidas....y hoy nos gobiernan.

Pero nadie previó lo que venía...

Estos sujetos al igual que el Vietcong iban a realizar una ofensiva al mismo tiempo en todo Chile cuando todo hubiese estado preparado y ésta comenzaba asesinando al Presidente Pinochet, así como en Vietnam en una sola noche los guerrilleros asesinaron a 370 Alcaldes. Uno de los terroristas que logró fugarse de Carrizal Bajo se encontró con “Pedro” en el restaurante “Camelot” y este le dijo que esperara instrucciones con una célula que tenía una casa en Las Condes ya que “participaría en la mayor acción a realizar”. Este sujeto le llamó la atención a un teniente de Carabineros de la Comisión Civil de la Comisaría de Las Condes una mañana de domingo al verlo borracho caminando y que al mirarlos a ellos a pesar que no vestían uniforme apresuró el paso e ingresó a una casa.

Este teniente más un sargento ingresaron a la casa (sin orden alguna ni esperar refuerzos; ¡eso es iniciativa y valor!) y grande fue su sorpresa al encontrar tres sujetos durmiendo en sacos de dormir en el living de una casa desocupada y al que venían siguiendo estaba vomitando en el baño. Los tipos se despertaron e intentaron echar mano a sus UZI (sub-ametralladoras) pero fueron violentamente reducidos por estos rápidos y audaces carabineros. Dieron aviso y los entregaron a CNI. Y nadie sospechaba lo que venía...

El domingo 7 de septiembre de 1986 el General Pinochet hace abandono de su casa ubicada al interior del Cajón del Maipo con su nieto Rodrigo García de sólo 10 años de edad y su escolta conformada por dos motoristas de Carabineros, tres vehículos de seguridad y los dos Mercedes blindados del mismo color, en el cual viajaba él con su nieto y en el otro su médico personal. Eran las 18:10 horas cuando salieron por el portón mientras una pareja de “turistas” los veía y daba aviso telefónico a una casa ubicada en el sector de las Vertientes a unos 15 kilómetros que “el paquete” había salido.

Los terroristas tenían planificado desde hacía varios meses esta acción la cual no era para esa fecha sino la posterior según su planificación estratégica, pero como habían sido descubiertos tenían la seguridad que Cuba no los volvería a ayudar de la misma forma por lo que debían asesinar a Pinochet no importando el costo, pero el golpe de la operación tendría un efecto devastador que los pondría en el primer lugar de las noticias mundiales y “quizás” lograrían algo de sublevación nacional.

Para ello Cesar Bunster (hoy trabaja para el gobierno de la concertación en el Ministerio de RREE) arrendó una gran casa cerca del mejor lugar de la vía para efectuar una emboscada: la Cuesta Las Achupallas. Esta era una elevación con una curva (hace disminuir la velocidad de cualquier vehículo) con un cerro al costado norte y una quebrada hacia el sur que termina en el río Maipo. Concentró a 30 terroristas del FMR, la mayoría mal entrenados. Sabían todos los movimientos del General Pinochet cada fin de semana que se retiraba a su casa de esta localidad. Incluso habían tratado de hacer un túnel al llegar al cruce de Las Vizcachas que cruzaba el camino de asfalto por donde obligadamente debía transitar la caravana del General Pinochet, y rellenarlo de explosivos pero no les resultó.

Ese domingo esta treintena de terroristas estaba agrupada en 5 unidades de 5 hombres armados con fusiles M-16, FAL, y cohetes LOW, más granadas de mano. Cada unidad debía abatir un vehículo de la caravana y luego todos ellos hacer fuego sobre los Mercedes. Para esto tenían una station marca Peugeot con una casa rodante la cual la cruzarían en el sector poniente del ataque (para ellos flanco derecho) en la carretera con el objeto de cortarles el paso y detenerlos completamente con dos sujetos; otra camioneta se pondría inmediatamente al sector oriente (flanco izquierdo de la emboscada) para cortarles la retirada con tres terroristas.

Cuando la caravana pasó el último puente unos kilómetros antes de la emboscada ya venía detrás de ellos la camioneta que les cortaría la huída y nadie se dio cuenta. Al pasar este puente había dos carabineros quienes fueron baleados por los terroristas de la camioneta y la comitiva no escuchó nada; los carabineros fueron heridos y no tenían radios.

Al llegar a la cuesta los extremistas habían sido apostados un par de horas antes y cuando Bunster les avisa que se aproxima el General Pinochet preparan las armas. Estos se encontraban en una saliente muy bien protegida del cerro, zona norte a la derecha de la comitiva (a su izquierda el barranco) y estaban tendidos y esperando.

Pasa el primer motorista y se cruza la camioneta con la casa rodante; el motorista que seguía se estrella contra ella y el otro logra cruzar pero no sigue camino a Las Vizcachas y se mete con moto y todo contra el portón de una casa cercana; queda herido y no llama por su radio. La comitiva frena de golpe mientras comienzan los disparos de cinco fusiles contra cada vehículo (solo los Mercedes son blindados) y la escolta sale fuera de ellos, al mismo tiempo que la camioneta que los seguía se cruza a sus espaldas y tanto los sujetos de la casa rodante como los de esta se tiran a tierra y también hacen fuego contra los vehículos de la comitiva que en esos momentos está recibiendo una lluvia de balas calculada en 1.200 tiros en un solo minuto. Los Mercedes resisten las balas y una mina que les lanzan bajo su piso; los hombres de la comitiva se defienden como pueden pero la mayoría es puesto fuera de combate los primeros 20 segundos; el oficial a cargo se lanza detrás de la pirca de piedra que está hacia la quebrada pero cae en esta y con una bala en su pierna. Se lanzan mutuamente granadas de mano que estallan en el pavimento no haciendo mucho efecto; uno de los comandos dispara toda su munición y corre al vehículo donde está un camarada muerto del cual recoge su arma para seguir disparando y muere bajo las balas terroristas. Se disparan los cohetes LOW pero muy encima de la comitiva (los terroristas estaban a unos cuatro o cinco metros de los autos) y estos tiene un detonador que se arma automáticamente a los nueve metros por lo que impactan en un Mercedes y rebota sin detonar, otro pasa sobre uno de los vehículos y raja el techo sin explosar cayendo al río; el tercero pega contra un poste de luz detonando y rompiéndolo; el cuarto que fue disparado desde más atrás hace blanco sobre uno de los vehículos y lo levanta por el aire en su estallido incendiándolo y matando a su ocupante.

Mientras los conductores de los Mercedes ponen marcha atrás y golpean a la camioneta que les bloquea su salida hasta que logran hacerlo, pero uno de los extremistas corre hacia el Mercedes en que se encuentra el General Pinochet y al verlo le dispara repetidamente tiro a tiro con su fusil para romper el vidrio blindado lo que hace a Pinochet agacharse y cubrir a su nieto, mientras estallan dos vehículos más y la sangre mancha el parabrisas. Al ver esto el terrorista cree que ha muerto al Presidente mientras los Mercedes ya corrían en marcha atrás desplazando la camioneta y poniendo el acelerador al máximo rumbo a la casa.

El ataque ha durado tres minutos; están cinco escoltas muertos y los restantes 11 completamente heridos y fuera de combate. Una terrorista intenta rematar a un Carabinero que está herido en el pavimento pero su arma se le atasca y el “jefe” toca un silbato que significa la “retirada”. Esta terrorista no alcanza a intentar dispararle de nuevo.

Se dirigen a unas camionetas que tienen “balizas” en sus techos y escapan hacia Santiago, pasando por el control de carabineros en Las Vizcachas creyendo estos que son la “escolta”.


No lograron asesinar al General Pinochet y este hecho marcaría para siempre la derrota de toda la planificación hecha por el FMR con Gladys Marín y Volodia Teitelboim; pero a este último el gobierno de Lagos le dio el Premio Nacional de Literatura y una pensión vitalicia; y a la muerte de Gladys Marín el gobierno ordenó “duelo nacional” y todas las Unidades de las FFAA fueron obligadas a colocar la bandera a media asta!

En fin...en los años que trabajé persiguiendo y luchando contra el terrorismo, participé en muchos allanamientos y estuve personalmente con los terroristas. Recuerdo una oportunidad que tuve que ir a un departamento que había “volado” al estallar explosivo que tenía una célula del FMR. Cuando llegamos al conjunto de edificios se veía un lugar sin departamento y solo algunas paredes; en el patio exterior me encontré con una pierna que había volado desde ahí y cortada como con cincel. Al ingresar a lo que quedaba había un olor espantoso y lo primero que vi fue un cuerpo de hombre completamente quemado, con todos los intestinos al aire y sin rostro; había otro botado boca abajo en la única habitación que quedó y estaba sin pantalones, defecado y ambas piernas abiertas como una “salchicha”; tenía una de ellas enrollada a la pata de la cama y su cabeza estaba abierta como una sandía con todo el cerebro destrozado y pegado en la pared. Su estómago estaba completo fuera de sus pantalones; el olor a la sangre era asqueroso. Tenía los ojos abiertos. De pronto un carabinero grita ¡encontré a otro!; de entre los escombros levantó una cabeza y salió hasta los hombros y con los pulmones colgando. No tenía ojos. Era dantesco.

Aún tengo algunas pesadillas con esto....; a los días encontrarían una mano arriba de un kiosco de diarios.

El último guerrillero del FMR que interrogué estaba algo abatido de ánimo y pedí que le trajeran un sándwich y un café. Llevaba 20 días incomunicado y olía bastante mal; cuando llegó el emparedado se lo pasé y él lo partió por la mitad ante lo cual le dije “no está envenenado” y este me respondió riendo “lo que pasa es que estoy acostumbrado a compartirlo todo...”

La verdad es que este hombre ya no quería más. Habíamos visto que posiblemente hubiese estado en Nicaragua ya que presentaba dos heridas de proyectil pero hablaba muy poco. Estaba bien entrenado. Hasta que un día me habló y me dice “perdimos esta guerra”, y le pregunté por qué. Me dijo “por las casas de Pinochet”. Me reí y le pedí que me explicara: me dijo que habían perdido todo el apoyo de la población y que jamás había existido por cuanto cuando llegó a Chile vio que la mayoría de las personas que trataba de reclutar se le iban ya que buscaban trabajo y que a todas las familias pobres el Gobierno de Pinochet les había entregado una casa.

Me quedé pensando...;ciertamente era y es una buena forma de eliminar la voluntad de lucha del terrorismo al impedirles adeptos a su causa si esta se basa en la pobreza: sólo hay que trabajar en eliminar esta y el terrorismo revolucionario latinoamericano no tendrá en las personas pobres ningún hombre o mujer que quiera perder su vida por causas marxistas.


Nos vemos y con una de las etapas más fuertes de mi vida.