octubre 10, 2005



Los hechos de guerra deben ser analizados en cuanto a lo que se evitó más a lo que ocurrió.

El emblema superior es del SAS con su lema “Who Dares Win” que significa “Triunfa el que se arriesga”. La imagen de abajo corresponde a la silueta de uno de los hombres del SAS más condecorados de su Regimiento: Andy Mcnab.

Este Sargento estuvo en el SAS entre 1984 a 1993 participando en numerosas operaciones antiterroristas (Inglaterra y el IRA estaban en guerra) por todo el mundo, incluyendo Sud-América.

Pero su más impresionante misión fue mandar al comando “Bravo Two Zero” en la Guerra del Golfo en enero de 1991 tras las líneas enemigas irakíes, con el objetivo de destruir las fibras ópticas que trasmitían la información desde Bagdad a las lanzaderas móviles de los misiles Scud que estaban bombardeando Israel, y para que este país no entrara a la guerra (que es lo que Saddam quería para romper la alianza de los árabes con EEUU e Inglaterra) debían llevar a cabo tal orden en una patrulla de 8 hombres que fueron infiltrados en Irak mediante helicóptero 300 kilómetros al interior de Irak desde Arabia Saudita. Todo les salió mal, y su misión terminó por huir hacia Siria cuando fueron detectados por los soldados enemigos y en su retirada causaron 250 bajas a los irakíes entre muertos y heridos.

Fueron hechos prisioneros 4 de ellos, 3 murieron y uno sólo llegó a Siria. Los que cayeron detenidos jamás confesaron a lo que iban ni a la Unidad que pertenecían pese a las atroces torturas que tuvieron que soportar.
Quedarían enfermos de hepatitis y tifus, ya que una de las torturas preferidas de los irakíes era hacerles limpiarse con sus lenguas los excrementos que les obligaban a limpiar con sus manos; a McNab le extractaron varios dientes con un alicate quien se desmayaba por el dolor.
La patrulla "Bravo Two Zero" y su posterior acción que concentró una gran fuerza enemiga en su persecución, más otras del mismo Regimiento que lograron destruir una lanzadera de Scud e inhabilitaron algunos lugares de fibra óptica, impidieron que siguieran cayendo estos misiles a Israel y evitaron que este país entrara a la guerra, además que no se lanzó ningún misil más los cuales pudieron haber golpeado a las fuerzas terrestres de la coalición cuando entraron a la fase de la ofensiva terrestre que duró 4 días hasta que Irak se rindió, cuyo resultado pudo haber sido completamente distinto de no haber sido por el accionar de estas patrullas comando.
Eso es analizar un hecho de guerra en cuanto a lo que se evitó más a lo que ocurrió.
Por algo los miembros sobrevivientes del comando "Bravo Two Zero" fueron felicitados y condecorados personalmente por el General Norman Schwarzkopf (a quien conocí aquí en Chile en 1996) Jefe de las Fuerzas de la Coalición e incluso cenaron con él, además de firmarles a estos hombres unos mapas como recuerdo.
Luego de la guerra el Regimiento SAS realizó un completo análisis de la operación que duraron tres semanas, para aclarar lo que había pasado y el porqué. Debían aprender de lo sucedido para futuras operaciones.
Todo lo contrario que ocurrió en Chile en 1977 cuando mi padre fue destinado a otra repartición y llegaría un general que "liquidó" todo el trabajo hecho por DINA. Ya se explicara en detalle más adelante.
Esta experiencia de McNab está plasmada en un libro y en una película, siendo un relato sobrecogedor sobre la labor de los soldados de las Fuerzas Especiales; una crónica de valor sobrehumano y resistencia a situaciones desesperadas. Bravo Two Zero ha sido el comando más condecorado desde la guerra de los Boers y ha pasado a formar parte de la leyenda del SAS.

Como decía en la edición anterior, en octubre 5 de 1974 tuvo lugar uno de los enfrentamientos más simbólicos para las fuerzas de DINA. Ese día se enfrentaron en combate 3 hombres y una mujer de este organismo con 5 miembros del MIR.

Ese día una patrulla de DINA estaba tras la pista de Miguel Enríquez, Jefe del MIR y llegaron a un pasaje ubicado en la comuna de La Cisterna. Al bajarse un DINA con su AKA bajo el abrigo otro lo protegió a la distancia detrás de un poste de luz, mientras la mujer y el otro hombre cubrían por detrás la posible ruta de escape de los ocupantes de la casa a la cual debían chequear. Al acercarse el primer hombre a la casa, siente que “preparan” un fusil desde el interior (pasar bala para disparar) y se lanza de inmediato al suelo y se produce la ráfaga en su contra, más el disparo de un cohete RPG-2 que estalló en un vehículo estacionado. El DINA se levantó he hizo fuego hacia el interior mientras su camarada lo cubría con fuego de su arma y el lanzamiento de granadas de mano.

Al reaccionar ofensivamente y de inmediato sorprendieron a los atacantes del interior de la vivienda, y entraron bajo un nutrido fuego de ráfagas de ametralladora que se les venían encima. Al ingresar, ven a una mujer herida en el suelo (Carmen Castillo, pareja de Enríquez y después de Ominámi, hija de Castillo Velasco, el “promotor de los derechos humanos”) quien se hirió a sí misma al lanzar una granada de mano que le estalló a corta distancia, pero éstos siguen detrás de Enríquez quien se fugaba en esos instantes por la cocina y disparando hacia el patio trasero. Logran los hombres de DINA verlo saltar el muro de la casa contigua y en ese momento viene ingresando en dirección contraria el otro DINA y Enríquez no rindió su posición y siguió disparando con el objeto de hacerse paso, pero fue atrapado entre dos fuegos, muriendo en el acto.

Ese viernes se casaba mi hermana, y cuando mi padre se dirigía a la casa para ponerse el uniforme de gala para el matrimonio, le avisan que hay un enfrentamiento en que posiblemente haya caído el Jefe del MIR. De inmediato le ordena al conductor y a otras Unidades dirigirse a la zona del enfrentamiento, y llamó desde el auto a mi hermana para decirle que “no podía llegar a la hora a casarla por lo que su tío Herman Brady lo haría por él”. Mi hermana no aceptó y el matrimonio se postergó una dos horas más.

Recuerdo que cuando estábamos en la capilla de la Escuela Militar esperando, veíamos que la novia no llegaba; mi cuñado estaba en la entrada nervioso y nadie entendía qué ocurría. Se encontraba el General Leigh también. De pronto se comunicó a los presentes que se demoraría “un poco” la ceremonia”.

Mientras, mi padre al llegar al lugar del combate reconoció en el suelo el cadáver de Enríquez; miró a los DINA del enfrentamiento y les dijo “todos ustedes están en sumario; el lunes en mi oficina a primera hora”. Y éstos se quedaron mudos. No hubo ninguna palabra de felicitación.

Mi padre llegó finalmente a casar a mi hermana, pero antes dándole el correspondiente aviso al General Pinochet que había caído el Nº1 del MIR.

Ese lunes estaban los cuatro del enfrentamiento triunfal del viernes (se dio la casualidad que esa patrulla estaba compuesta de dos militares, un carabinero y la mujer era de la Armada). Mi padre los recibe y les dice “acompáñenme”. Se dirigieron al piso 17 del Edificio Diego Portales, donde los esperaba el General Pinochet y varios militares más. Se encontraba presente el Ministro de Defensa quien leyó el decreto correspondiente: se les otorgaba la “Medalla Al Valor”. No lo podían creer. Y a eso se refirió mi padre (casi en broma) cuando les dijo lo del “sumario” por cuanto para obtener dicha condecoración es preciso un sumario previo, el cual fue hecho en 48 horas.

Combate tras combate, el MIR se iba aniquilando. Se debe considerar que el Partido Socialista declaró “la guerra” en su congreso de Chillán de 1967 y lo mantenían durante esos primeros años del Gobierno Militar hasta que corrieron la misma suerte del MIR el cual había declarado “su” guerra en 1966; asi como el Partido Comunista que la declaró en 1973 y fue el que la continuó hasta más allá de 1990 con el terrorismo del FMR. Pero ese será otro capítulo.


Para entender que la guerra subversiva es extraña y no convencional hay que analizar cuales son sus fases:
1- Organización
2- Infiltración
3- Terrorismo selectivo
4- Guerra de guerrillas, tanto urbana como rural
5- Guerra total o convencional.

Cuando ocurrió el 11 de septiembre de 1973, las fuerzas del extremismo marxista se encontraban en la 3ª fase, pasando a la 4ª.

Pero la sorpresa fue mayor, impidiéndose la continuación de todas éstas. Salvo el hecho que la confederación Perú-Cuba-Extremistas y Exiliados, hacía prever un escenario diferente y más peligroso por lo que se debía actuar con la mayor celeridad posible para detener a Perú y aniquilar a la subversión interna.

El gobierno marxista de Allende había sido derrocado y se había ocupado el país, pero no se había destruido por completo sus fuerzas militares subversivas y menos su voluntad de lucha que es lo más importante y decide toda guerra.

Un verano en 1976 o 1977 (no recuerdo exactamente ya que puede tratarse sólo de una leyenda) la Armada de Chile debía realizar los rutinarios entrenamientos internacionales en alta mar con la Fuerzas Navales de EEUU en la denominada “Operación Unitas” y para ello la Escuadra Nacional se encontraba zarpando desde Valparaíso, cuando por casualidad un “sonarista” de uno de los buques accionó su sonar al moverse la nave y de inmediato detectó dos “ecos” muy cerca de ellos (en la misma rada de Valparaíso) es decir la presencia de dos submarinos, uno de los cuales se alejaba rápidamente mientras el otro viraba en dirección sur.

Los marinos creyeron que se trataba de naves norteamericanas quienes habían dado ya comienzo a los “juegos” por cuanto el submarino que se alejaba a gran velocidad debía ser nuclear. Grande fue la sorpresa al comprobar que la U.S. Navy se encontraba a la cuadra (frente a) Serena y navegaba con ellos el único submarino nuclear que venía de nombre “Gato”.
De inmediato dieron cuenta que podría ser un submarino peruano o cubano convencional acompañado de uno nuclear soviético ya que la situación se había producido antes pero nunca en aguas territoriales tan cerca de la costa.

Les avisaron a los norteamericanos que se mantuvieran en espera, mientras se rodeaba el sector donde presumiblemente se encontraría el submarino no chileno (al otro fue imposible ubicarlo, incluso con la ayuda dela U.S. Navy) e intentaron comunicarse con éste sin resultados positivos.

El Almirante Merino dio la orden: “HÚNDANLO”.

Y comenzaron a caer las cargas de profundidad durante un día completo más la noche. Los veraneantes de Viña del Mar y Valparaíso así como sus habitantes se vieron sorprendidos por estos “bombazos” bajo el agua que retumbaban en toda la zona y sin explicación alguna, viendo como los buques de la Escuadra daban vueltas en círculo lanzando dichas cargas. Este hecho fue destacado por la prensa.

No hubo ningún resultado inmediato, salvo que el sonar no detectaba más la presencia del submarino. Pero unas semanas más tarde un pesquero de bajo tonelaje encalló cerca de Laguna Verde al sur de Valparaíso en unos “roqueríos” que no estaban en ninguna carta náutica. Al ir miembros de la Armada a socorrer dicha embarcación, notaron que no era una roca bajo la superficie del mar sino que el “casco” de una nave destruida.

Se ha dicho y se ha comentado que era parte del submarino desconocido que implosionó en las profundidades del mar al verse acorralado por las cargas de profundidad lanzadas por nuestros marinos y parte de sus restos fueron arrastrados por las fuertes corrientes marinas en dirección a la zona que encalló el pesquero.

Años más tarde, Buzos-Tácticos de la Armada descendieron al lecho marino y le habrían puesto una malla metálica a los restos de esta nave para evitar que las corrientes la movieran de su sitio de hundimiento y pudiera detectarse su presencia. Incluso hoy se dice que es “un torpedo viejo” el que ahí se encuentra cuando varios sonares lo han informado.

¿Será verdad?

En 1975 me encontraba jugando con mis amigos en la Plaza “Inés de Suárez” cuando al atardecer sentimos un tiroteo impresionante, pero no lo veíamos; sólo lo escuchábamos. Rápidamente salieron los papás de sus departamentos (todos eran militares) con armas en sus manos a buscar a sus hijos y entrarlos a sus casas; yo me encontraba algo lejos de la mía y en cuestión de segundos la Plaza quedó vacía y yo solo. Me ve un oficial y me llevó hasta su departamento primero y luego a nuestra casa.
Al llegar de inmediato llamé a mi padre a su oficina en DINA y le narré lo sucedido, quien se notaba alegre y me dice “GANAMOS; luego te explico cuando llegue a la casa...” Mi curiosidad y el susto que había pasado me obligaron a esperarlo hasta tarde y cuando entró me contó que sus hombres habían tenido un feroz enfrentamiento con miembros del MIR que se movilizaban en un auto y se toparon en la esquina de Bilbao con Pedro de Valdivia ( a una cuadra de la Plaza) siendo muertos estos últimos.

Me fui a dormir pero no logré conciliar el sueño.

Durante todo el año 1974 y 1975 oí permanentemente situaciones de combates que se producían entre el MIR y la DINA y recuerdo uno en particular: Se estaba siguiendo a la cúpula del MIR sobreviviente que iba arrancando cuando fueron localizados en una parcela de Malloco.
Ahí los hombres de DINA entraron en un fuerte combate y mientras éste se desarrollaba llegó mi padre. Las balas pasaban a su lado y se mantenía firme y en pie dirigiendo el fuego de sus soldados. De pronto uno de los miristas ve a mi padre y se lanza en una carrera suicida hacia él disparando su fusil, quien fue abatido por los DINA.
Este mirista con su valiente acción dio su vida y cubrió la fuga del restante de su grupo entre los que se encontraban Pascal Allende y Nelson Gutiérrez (iba herido; hoy trabaja tranquilamente para el gobierno de la Concertación ya que a él si le aplicaron la ley de Amnistía) además de otros.

La casa de la parcela se incendió por el combate. Cuando cesaron los disparos mi padre se adelantó e ingresó a las dependencias de la parcela y al pasar sobre el cadáver del mirista que intentó matarlo, vio que en su mano tenía una granada la cual estaba apretada por el rigor de la muerte pero no tenía el “pin” o seguro de transporte, por lo que estaba lista para detonar si abría la mano. Tranquilamente mi padre les dijo a sus escoltas que encontraran dicho “pin”, y eso que ya estaba oscuro. Lo lograron luego de una búsqueda “en cuatro patas”.

El MIR le llamó a este enfrentamiento “El Desastre de Malloco”. Días más tarde el Cardenal Raúl Silva Henríquez entraría a la totalidad de estos miristas a una embajada en el portamaletas de su auto. Luego éstos partirían al exilio dorado de Europa, pero manteniendo siempre el odio al Gobierno Militar y realizando todo tipo de acciones para volver a la lucha armada, lo que en parte lograrían a finales de los ’70 cuando regresaron a Chile y mi padre ya estaba en retiro “obligado”. Eso vendrá en otro capítulo.
Durante los días de búsqueda de aquellos terroristas del MIR se produce un encuentro en la avenida Bilbao al llegar a Seminario sector sur, en que miembros de la DINA ingresan a una casa de sacerdotes católicos y son recibidos por el fuego de ametralladoras de un fusil AKA disparado por un "sacerdote".
En el intercambio de disparos se cruza la "nana" (asesora del hogar) de la casa quien resultó muerta. El "cura" al ver su acción, suelta el fusil AKA con el cual disparaba desde lo alto de la casa y corre arrancándose hacia atrás por la casa de los Padres Columbanos. Este cura se iría de Chile y se arrepentiría de haber muerto a la mujer en el enfrentamiento.
También en 1975 falleció el Generalísimo Francisco Franco, hombre excepcional para España y quien había sido el primer Mandatario en reconocer al Gobierno Militar el mismo día 11 de Septiembre de 1973. Había facilitado toda su ayuda tanto para comprar material bélico como información de inteligencia sobre las actividades del MIR con ETA y el IRA irlandés.

El General Pinochet llamó a mi padre (se comunicaban mediante dos cámaras de televisión y se veían mutuamente en dos televisores; un adelanto tecnológico en esos años para los especialistas en telecomunicaciones de DINA) y le dijo si podían ir a España; mi padre le contestó “déme 24 horas”. En dicho plazo adecuaron un avión Lan para el viaje del General y la Señora Lucía más 100 hombres de DINA.

Volaron a España con escala en Sao Paulo, Brasil, donde tuvieron una corta reunión con sus pares brasileros; luego llegaron a Madrid y se instalaron en un hotel que estaba preparado por el Servicio de Inteligencia español.

El General Franco había dispuesto en su testamento cómo debían presentarse las autoridades extranjeras para su funeral y al General Pinochet lo ubicó en un destacado lugar junto al Sha de Irán quien no pudo ir por problemas de salud, pero estaba su hermosa mujer Fhara Diba. A todo esto con gran disgusto para el desleal Rey Juan Carlos, pero con gracia para los militares españoles los cuales tuvieron largas conversaciones con los chilenos y les advirtieron que se prepararan para la venganza que se les vendría encima cuando dejaran el poder en manos de los políticos en Chile.
Meses más tarde hubo un intento de golpe de Estado por parte de oficiales de la Guardia Civil y no se concretó no por la “firmeza del Rey”, sino por que se comprometieron los políticos a no “tocar a militar alguno” en revancha por la Guerra Civil de 1936 y a la fecha del combate contra ETA en esos años posteriores.

En las fotografías y películas se destaca la presencia del General Pinochet entre los presentes (a gran disgusto también para los presidentes europeos) y detrás de él a mi padre. También hay otras que se ven a los tres (con la Sra. Lucía) en el Alcázar de Toledo, donde fueron invitados por el Ejército de Tierra y acompañados por veteranos de esa memorable batalla entre los cadetes de esa Escuela Militar contra los comunistas en un sitio que duró meses sin rendirse hasta que el mismo General Franco llegó con auxilio y se destruyeron las fuerzas comunistas.

Es de destacar este hecho bélico por cuanto el Coronel Moscardó que estaba al mando del Alcázar le fue tomado prisionero su hijo que era cadete y grabaron la siguiente conversación entre él y el jefe de los rojos:
-“Habla el Jefe de las Fuerzas Revolucionarias; quiero hablar con el Coronel Moscardó.
-El Coronel Moscardó al aparato.
-R: Le exijo que rinda el Alcázar y de no hacerlo así, fusilaré a su hijo Luis que le tengo prisionero.
-M: No le creo.
-R: Para que vea que es cierto le pondré su hijo al aparato.
-¿Aló papá?
-M: ¿Qué hay hijo?
-Nada; que dicen que me van a fusilar si no rindes al Alcázar.
-M: Pues encomienda tu alma a Dios, da un grito de ¡Viva España! y muere como un valiente.
-Un beso muy fuerte papá.
-M: Un beso muy fuerte para ti hijo mío....
-M: ¡Pueden ahorrarse el plazo que me han dado puesto que el Alcázar no se rendirá jamás!”

El hijo fue fusilado; el Alcázar no se rindió y triunfaron sobre las fuerzas comunistas. Moscardó fue condecorado con la Cruz de San Fernando (la más alta medalla militar en España) y ascendido a General. Murió años más tarde y ciego. Se decía que había muerto ciego de tanto llorar a su hijo Luis.

Esta conversación grabada le fue mostrada al General Pinochet y los presentes, con gran emoción.

Volvieron a Chile sin novedad y sin que nadie se diera cuenta hasta el regreso. Mi padre siempre ha tenido una máxima que dice: “la seguridad consiste en pasar inadvertido”.

Recordando esto, y acercándolo a hechos de estas fechas con relación al hijo menor del General Pinochet, Marco Antonio procesado por las platas del “Caso Riggs” me trae a la memoria que este hijo se refirió muy mal de mi padre en recientes entrevistas a la prensa (lo más probable mal asesorado por cercanos) tratándolo de “psicópata”, “agente de la CIA”, “loco”, etc., más otros insultos.
No deja de sorprender ya que el mismo Pinochet siempre le pedía a mi padre que cuidara de su hijo y este le tenía gran estima; incluso no hace muchos años nos encotramos en el departamento de un amigo en común en una agradable velada y lo primero que me preguntó fue “¿Cómo está tu viejo? ¡Putas que lo hecho de menos! Dale un gran abrazo de mi parte y las gracias infinitas por todo lo que hizo por Chile, por mi padre y mi familia, pero sobre todo por mí”.

Y me acuerdo que él se “coló” en el viaje a España y se trajo una moto la cual costó muchísimo embarcarla en el avión.

Pero uno de los hechos que más me llamaron la atención fue este: En París se encontraba gran parte de los miristas que había huido de Chile pero seguían en acciones subversivas y estrechando sus lazos con la ETA y el IRA, además del KGB y Alemania Oriental.
El 5 de octubre de 1975 pusieron una bomba en un avión Lan que se dirigía de París a Madrid y luego a Chile; pero la DINA los tenía infiltrados con una mujer que había enamorado al jefe de esta “célula” y dicha oficial debía volar en ese avión. Este mirista al saber del viaje le suplicó que lo postergara sin decirle nada, pero ante la insistencia de ella, este hombre le dijo lo que ocurriría en el mismo aeropuerto.

En éste se encontraban dos DINA que seguían los pasos de la mujer y esta logró comunicarles mediante señas que había una bomba en dicho avión. La mujer no embarcó pero sí los dos hombres.

Para suerte de los pasajeros uno de los hombres de DINA era del Arma de Ingenieros, por lo tanto explosivista, y en pleno vuelo le comunicaron al piloto y tripulación lo que acontecía. Ubicaron la bomba en el baño del avión y la desactivaron. Nadie de los pasajeros supo de este hecho...hasta hoy.

El motivo del MIR era celebrar la fecha de muerte de su máximo líder explosando un avión con pasajeros inocentes; al mismo estilo de los fundamentalistas musulmanes.

A finales de 1976 el MIR estaba aniquilado en Chile; el Partido Socialista no presentaba gran peligro y el Comunista estaba desmantelado. Mi padre fue contactado por la KGB para realizar un “intercambio” de prisioneros, a pesar de que no había ninguno de los nuestros en la Unión Soviética. Solicitaron a Luis Corvalán (el “Patas Cortas”) quien había sido el Secretario General del Partido Comunista chileno y se encontraba en prisión.

Los soviéticos entregaban a un disidente ruso llamado Vladimir Bukovsky, quien llevaba 11 años en Siberia preso. Mi padre le comunicó al General Pinochet y se aceptó el intercambio mediante la Cruz Roja, hecho realizado en Suiza en la ciudad de Zurich el 18 de diciembre de 1976. Corvalán sería recibido por el “Presidente” de Alemania Oriental como un “héroe”, mientras Bukovsky no dio ni las gracias.

Esta acción de DINA está relatada a manera de ficción en la película “Sol de Medianoche” (“White Nights” de 1985) en la que actúa entre otros el bailarín exiliado de la Unión Soviética Mikhail Baryshnikov e Isabella Rossellini.

En la trama, el bailarín por un accidente de su avión es apresado nuevamente en la Unión Soviética y lo juntan con un bailarín afro americano quien había “desertado” de EEUU por sus ideas comunistas y se había casado con una rusa (Rossellini). Poco a poco este estadounidense comienza querer volver a la libertad, y entre los tres idean la fuga hacia la Embajada de EEUU.
Solamente lo logran su esposa y Baryshnikov, quedando el afro americano detenido.

Después de varios meses, una noche los KGB lo llevan a un bosque y él cree que lo van a ejecutar, mientras el soviético lo saca del auto violentamente y le ordena a gritos y garabatos que se dirija hacia unos focos que reflejan un puente; el hombre camina muy asustado y ve que del otro lado lo llaman por su nombre, mientras se dirige hacia el lado soviético otro hombre: era un intercambio.

Se nota claramente la figura exacta de Corvalán tal como se fue de Chile y llegó a Alemania Oriental: con sombrero, una manta y maleta. El personaje lo retrata a cabalidad, incluso con sus “patas cortas”, mientras el KGB le dice “bienvenido camarada latinoamericano...”

La película es excelente y su música aún mejor, con las baladas de Lionel Richie “Say You, Say Me” y de Phill Collins. Se llama así ya que en los veranos de Lenningrado (hoy San Petersburgo) a la medianoche aún hay sol por el hecho de encontrarse muy cerca del ártico.

Nos vemos luego....y muy luego!
ACLARACIÓN: Ha circulado estos último días una información por los medios de prensa sobre la muerte de Salvador Allende en el sentido que habría sido muerto por el ex general cubano De La Guardia, quien hoy está relatando esta versión. Puedo contribuir con esta noticia:

Siempre existió una duda razonable en la muerte de Allende. Cuando los miltares entraron a La Moneda, tomaron prisioneros a todos y cada uno de los que ahí se encontraban. No había "otras" salidas ni menos subterráneo que lo construyó Pinochet para tener una salida alternativa por debajo de la la Plaza de la Constitución.
El relato dice que De La Guardia se habría "fugado" luego de asesinar a Allende y asilado en la Embajada de Cuba "cerca" de La Moneda. Dicha Embajada se encontraba en Avenida Los Leones al llegar a Pocuro (que no es cerca) y desde ahí se efectuaron disparos contra militares y carabineros que la acordonaron más menos a las 10:00 horas cuando ingresó el último de los vehículos que hizo fuego contra unas patrullas. Se cree que aquí viajaba De La Guardia.
Allende murió mucho después del ataque aéreo, que fue a las 11:30 A.M.
El teniente (a esa fecha) de Ejército Armando Fernández Larios, que participó ese día 11 de Septiembre de 1973 en el asalto a La Moneda bajo intenso fuego de armas encontrándose el palacio completamente rodeado por fuerzas militares, me contó que el médico (Patricio Gijón) de Allende cuando fue tomado prisionero estaba muy nervioso y les relató lo del suicidio, pero cuando ingresaron al despacho de éste les llamó la atención que estuviere "tapado" con una alfombra y los restos de su cabeza estaban pegados en la pared posterior. Le preguntaron al médico, quien les dijo que había visto cómo Allende se disparaba y regresó para "colocarle el fusil entre las piernas y taparlo".
Generalmente las armas saltan cuando la persona se suicida.
Y en el baño encontraron muerto a Augusto Olivares, secretario privado de Allende de un disparo en la sien. A éste le decían "el perro Olivares".
Todos quedaron con serias dudas y se creyó por un buen tiempo que era el "perro" Olivares quien le habría disparado a Allende y luego así mismo; pero ¿qué tendría que perder el médico de contar esa versión si fuere cierta?
Incluso cuando este médico se fue exiliado fue amenazado de muerte por los cubanos y exiliados chilenos si contaba que Allende se había suicidado.
De La Guardia le ha fallado demasiadas veces a Fidel Castro: primero en Chile entre 1971-1973; luego no pudo volver a ingresar con las fuerzas militares de Perú en 1975; después se fue a Angola con las tropas cubanas que debían haber entrado a Chile, yéndole muy mal en África. Y para colmo, en 1989 la DEA norteamericana descubre que Cuba es un enorme "pasadizo" de la cocaína entre Colombia-Venezuela-México-EEUU, y Castro se ve obligado a matar a uno de los mejores generales que tenía, Ochoa, quien trabajaba para De La Guardia.
De esta versión se podría deducir que no es efectivo lo que ahora dice De La Guardia, sino una forma de cuidarse de Castro denostando su imagen, y es probable que él haya contado esa versión al mismísimo Fidel y este se la haya tragado, pero los hechos indican que Allende realmente cometió suicidio y Olivares también. Este último estaba en tratamiento psiquiátrico por una severa depresión antes del 11 y es probable que estuviera psicológicamente así ya que les había contado a sus amigos que "tenían un pacto de honor con Allende".
Allende estaba completamente borracho al momento de su muerte; se había tomado una botella entera de licor y es probable que la necesitara para hacer lo que hizo; y siempre admiró al Presidente Balmaceda quien se suicidó luego del término de la Guerra Civil de 1891.
Lo que si me confirma es el hecho que Allende sí sería muerto en el golpe de Estado que los cubanos con el MIR estaban preparando y que efectivamente se llamaba "Plan Z" y que hoy día nadie lo cree, y es posible que esos sean los documentos que De La Guardia tiene escondidos por si "algo" le ocurre.