agosto 28, 2005




Esta foto fue tomada desde un avión en el momento preciso que se acercan las primeras lanchas de desembarco a las playas de la isla de Betio en el atolón de Tarawa, como así se denominó la batalla que ahí ocurrió.

La de arriba a la derecha es el instante que estas unidades de desembarco reciben fuego de artillería y ametralladoras desde la isla, comenzando el sangriento combate.


Este atolón se encuentra a unos 12.000 kilómetros de Chile y sus coordenadas son 1º 30' de latitud norte y 173º 0' de longitud oeste.
Pertenece a las Islas Gilbert (hoy es República independiente) en un lugar muy solitario del Pacífico Sur, como le llamaban los Marines.

Volviendo a la historia personal, mi padre egresó de oficial de Ejército a finales de 1947 como Alférez del Arma de Zapadores (hoy denominados Ingenieros de Combate) con la tercera antigüedad de su promoción. La primera la obtuvo Enrique Valdés Puga y la segunda Miguel Otero Latrhop.

Éstos eran hijos de prominentes políticos de la época, mientras mi padre sólo era hijo de un simple Coronel. Valdés llegaría a General de División y fué gran amigo de mi padre toda su vida, en cambio Otero se retiró al mes de egresar ya que no le gustó su destinación a la ciudad de Calama; pero es abogado y ex senador de Renovación Nacional. Me dió risa ver una entrevista suya en la cual afirmaba que su retiro del Ejército se debió a "una lesión sufrida en la rodilla, lo que le impedía cumplir con su sueño de ser paracaidista".

¿Cuál es el motivo de la risa? En 1948, Chile tenía un Ejército que no tenía cascos para cubrir las cabezas de sus soldados, usaban fusiles de 1898 y en su mayoría estaba compuesto por equipos de caballería para el transporte ya que apenas existían vehículos.

La sub-especialidad de Paracaidista llegó al Ejército en abril de 1965, traída por oficiales chilenos que se habían entrenado en Fort Bragg, quienes a su vez fundaron la Escuela de Paracaidistas Y Fuerzas Especiales. Podrán sacar sus propias conclusiones de las palabras del ex senador.

La vida militar de mi padre fue normal, siendo sus destinaciones el Regimiento de Quillota (1948-1951), como Teniente Instructor en la Escuela Militar (1952-1954), y a la Escuela de Ingenieros Militares (1955-1959) que había llegado a Tejas Verdes, en San Antonio (antes estuvo en Santiago y luego Melipilla). Ahí haría el correspondiente curso para ascender al grado de Capitán, obteniendo el primer puesto.

En 1960 ingresa como alumno a la Academia de Guerra del Ejército, egresando como oficial de Estado Mayor en diciembre de 1962 con el primer puesto de su promoción. Sería destinado como Secretario de Estudios y Profesor en la misma Academia hasta 1966, luego a Tejas Verdes como Comandante de Batallón y de ahí a Fort Belvoir en EEUU.

Volvimos en septiembre de 1967 luego de una travesía por mar desde el puerto de Nueva York hasta Valparaíso en el barco "Santa Bárbara"; estuvimos en Tejas Verdes hasta 1968 y mi padre en el cargo de Secretario de Estudios de la Escuela de Ingenieros.

Entre 1969 a 1971 vivimos en Santiago en la población militar de Pocuro en unos edificios que tienen la Plaza Inés de Suárez entre medio; fue una estadía magnífica ya que tengo muy buenos recuerdos de esa niñez junto a cientos de otros niños también hijos de militares; todos estos actuarían de una u otra forma en el 11 de septiembre.

Mi padre fue esos tres años Profesor de las cátedras de Inteligencia Militar y Estrategia e Historia en la Academia de Guerra. Contó que en una oportunidad el Presidente Allende visitó la Academia y a él le tocó recibirlo; Allende se tardó en llegar y cuando entró al primer despacho donde lo esperaban mi padre y el Director de la Academia les dijo "antes de darles la mano quisiera pasar al baño a lavarme las manos ya que vengo de una concentración y vengo con olor a roto"..., todos los militares presentes se quedaron en silencio y mirándose por las palabras de un Presidente que se autoinfería el hecho de ser el "Presidente del pueblo".

Paso el momento de compartir con todos los presentes, y Allende no se sirvió el tradicional "pisco" que le sirvieron, he hizo llamar a su chofer quien le trajo desde su auto suficiente "Chivas" (whisky) para todos.

Una noche de 1971, llegó a nuestro departamento el Coronel Herman Brady, quien había sido llamado a retiro del Ejército y le pidió a mi padre que lo ayudara a hacer la "apelación" ante la Junta de Generales, lo que por supuesto hizo ya que eran grandes amigos. Pasaría este problema, y Allende lo ascendió al grado de General porque le dijeron que "era un militar allendista".

El hijo de Brady trabaja hoy para la empresa "BlackWater" cuyo servicio es la contratación de ex miembros de las FFAA para servir como guardias en Irak y otros lugares peligrosos, cuyo dueño es un ex oficial de Ejército que se hizo posteriormente Infante de Marina norteamericano, luego se retiró también y volvió por un tiempo a Chile e hizo un curso en la ANEPE (Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos) siendo compañero de Michelle Bachelet, compitiendo con ella el primer puesto, pero lo obtuvo "una mujer", ya que así se había dispuesto y su premio fué realizar otro curso (pero gratis, como una beca) en EEUU de similares características.

Y a Pizarro le negaron su mérito, por lo que volvió a EEUU, hizo varias empresas y lo vimos como analista militar en la CNN durante la guerra de liberación de Irak.

Me fuí del tema...., estamos llegando a 1972. Pronto saldremos de Santiago nuevamente y conoceré al general Pinochet.

Se acerca el 11.