agosto 22, 2005



La imagen superior representa la culminación de una de las batallas más sangrientas libradas por los EEUU durante la Segunda Guerra Mundial: Iwo Jima.

Es el izamiento patrio en el Monte Suribachi por Marines en febrero de 1945; pero no lograrían la ocupación y pacificación de la isla hasta el 16 de marzo luego de una carga banzai suicida por los últimos 300 soldados japoneses sobrevivientes, quienes prefirieron la muerte con honor, el camino del Samurai del Bushido que a la rendición.

Estos hechos no son tan lejanos para mí. Nuestra estadía en EEUU marcaría para siempre nuestras vidas y el futuro de Chile.

Llevo en mis venas la sangre de soldados. Mi bisabuelo paterno se llamaba Manuel Contreras Canelo quien nació en 1851 y participó como soldado del Regimiento "Esmeralda" 7° de Línea en la Guerra del Pacífico de 1879-1884.

Combatió en las batallas de Tacna, Chorrillos, Miraflores, ocupación de Lima y Campaña de La Sierra. Volvió a Chile en 1884 con los "Batallones Olvidados" siendo licenciado del Ejército en diciembre de ese año. Fue condecorado con dos Medallas de Plata y tres barras del mismo metal.

Volvería a ser movilizado y ver acción de combate en la Guerra Civil de 1891.

Como parte del Ejército de Línea sólo le quedó obedecer y defender la posición del Presidente Balmaceda. Entró en combate contra muchos de sus antiguos camaradas que se habían unido al bando contrario que había organizado otro Ejército en el norte de Chile, principalmente con veteranos de la Guerra del Pacífico y mejor armamento.

Se encontró en las sangrientas batallas de Con-Cón y Placilla y en esta última fué gravemente herido, y fué salvado por un ex camarada del otro bando que al reconocerlo tendido en el campo de batalla lo subió al "carretón de los muertos" ya que todos los heridos sin excepción alguna fueron rematados por bayoneta.

Llegó a Valparaíso y lograron salvarle la vida pero perdió una de sus piernas. Al terminar la Guerra Civil, jamás volvería a su Ejército y además sin trabajo estable. Pero siempre en sus trajes raídos por la pobreza llevaría sus medallas de la Guerra del Pacífico con orgullo; moriría en 1899 producto de las heridas recibidas en combate y con su pena de un pueblo mal agradecido.

Se casó con doña Clorinda Morales Moya en la ciudad de San Fernando en 1893 luego que el gobierno dictara tres leyes de amnistía (lo que hoy no se respeta para su nieto, mi padre, y todos los militares encarcelados y procesados por un justicia corrupta y prevaricadora) volviendo a una vida en paz, a pesar de su pobreza, y tuvo como hijos a Manuel (mi abuelo) y María.

Mi bisabuela al quedar viuda y en la pobreza más paupérrima tuvo que lavar ropa y asear casas y haciendas en la ciudad de San Fernando y sola logró criar a sus dos pequeños hijos.
En 1914 llevó a su hijo Manuel a que ingresara a la Escuela Militar de Santiago y fué rechazado su solicitud debido a su pobreza pero cuando insistió que el padre de su hijo había combatido en la Guerra del Pacífico, fué aceptado de inmediato como cadete don Manuel Contreras Morales.

En 1924, después de 40 años de terminada la Guerra, el gobierno de Chile le otorgó una Pensión de Guerra a "la viuda del soldado Manuel Contreras Canelo quien hizo la Guerra contra Perú i Bolivia", como dice el Decreto correspondiente.

Por su parte, su hija María llegaría a ser Profesora Normalista, amiga y compañera de Gabriela Mistral (Lucila Godoy Alcayaga) y terminaría sus días como Directora de la Escuela "República de Israel" de Requínoa y cuando fué visitada por la Primera Ministra de Israel Golda Meyer se hicieron amigas y mantuvieron correspondencia hasta su muerte.

Mi abuelo Manuel llegaría al grado de Coronel de Ejército y le tocó vivir una de las etapas más tristes para el Ejército de Chile entre 1920 al 1940, en la cual los políticos de turno hicieron de esta institución una "paria" dentro de la sociedad chilena, además de no dar cumplimiento a la mantención de la seguridad externa e interna de la Nación, amén de rebajarle permanentemente sus sueldos y salarios lo que llevó a muchos oficiales a retirarse obligados y enrolarse como mercenarios por Bolivia y Paraguay en la Guerra del Chaco de 1934-1936.

Se casó en 1928 y quedaría viudo en 1936 con tres hijos de corta edad; sin embargo siguió adelante con el ejemplo de su madre quien falleció en 1944.
Sus hijos hombres, Manuel (mi padre) ingresaría a la Escuela Militar en 1944 a los 14 años de edad (llegaría al grado de General); su hijo Jorge a la Escuela Naval en 1947 (llegaría al grado de Contralmirante) y su hija Aída emigraría a Brasil donde tuvo 5 hijos.

El ingreso de mi padre don Manuel Contreras Sepúlveda a la Esuela Militar fué una casualidad. Antes que su madre falleciera (mi padre tenía seis años a esa fecha) esta había decidido el destino de la vida su hijo Manuel: sería Médico.
Pasados los años se mantenía este deseo póstumo, pero en el verano de 1944 mi abuelo quien era Comandante del Regimiento "Arauco" con sede en Osorno recibió por esos días una comitiva de oficiales de la Escuela Militar que viajaban por todas las ciudades tomando los exámenes de ingreso a los postulantes.

Una noche mi abuelo invitó a cenar a estos oficiales a su casa y le pidió a la "nana" que hiciera bajar al comedor a Manuelito, ya que uno de los tenientes presentes quería preguntarle "algo".
Mi padre se presentó y el teniente le pidió que ingresara a la Escuela Militar, y mi padre sin decir palabra alguna miró a su padre quien asintió con su cabeza. Mi padre aceptó y al día siguiente le tomaron los exámenes de rigor, siendo aceptado.

Ese teniente era Juan Cheyre, quien luego sería su primer Comandante de Compañía y al cual tanto mi abuelo como mi padre le tuvieron gran estima.

Pero años más tarde ya estando en retiro como General (r) fué Director de Investigaciones en el gobierno de Frei Montalva y de Salvador Allende, para luego ser enviado como Embajador de Chile en Portugal del gobierno marxista.

Era el padre del actual Comandante en Jefe del Ejército don Juan Emilio Cheyre.

¿Vueltas de la vida?

Sin duda...hasta mañana.